sábado, 28 de marzo de 2009

Santiago Nasar… ¿En verdad merecía morir?

“Crónica de una muerte anunciada” es una novela hecha por el famoso escritor colombiano Gabriel García Márquez. Narra los hechos ocurridos alrededor del personaje principal Santiago Nasar. Es un escrito en el que desde el principio conoces el fin.
Lo intrigante y emocionante de esta historia es ir conociendo poco a poco como ocurrieron los hechos, porqué y si en realidad aquél joven merecía su destino. Es una novela no lineal, va del presente al pasado y viceversa. Contiene un amplio vocabulario y un buen tema. Lo único que se podría refutar de éste escrito, es que jamás queda claro si en verdad fue Santiago Nasar el culpable de quitar la virginidad a la hermana de sus asesinos; pero fuera de ese punto es una excelente novela que recomendaría a todos leer.

El día en que mataron a Santiago Nasar, se levantó a las 5:30 am a recibir el buque en el que venía el obispo, después de haber celebrado durante 3 días la boda de Ángela Vicario con Bayardo San Román. Bajó a desayunar y Victoria Guzmán, la cocinera, ya estaba enterada sobre las intenciones de los hermanos Vicario (asesinos del protagonista), sin embargo no le advirtió, ya que en el fondo quería que lo mataran pues siempre pretendía a su hija Divina Flor. También había un recado debajo de la puerta, pero nadie lo vio hasta después de cometido el crimen.
Santiago Nasar fue a recibir el buque y se sintió decepcionado pues el obispo no bajo de él. Margot, la hermana del narrador, lo invitó a desayunar a su casa, él aceptó, pero dijo que llegaría después irse a cambiar de ropa. Margot continuó su camino hasta su casa y en el transcurso se oían las voces de todos los del pueblo murmurando sobre la muerte anunciada de Nasar; parecía que todo el pueblo lo sabía menos ella, su familia y el propio Santiago. Ella se enteró que Ángela Vicario había sido devuelta por su esposo, en la madrugada después de la boda, al enterarse que ésta no era virgen, y después de la tremenda golpiza proporcionada por su madre, le preguntaron quién había sido su autor y ella contestó que Santiago Nasar; fue así que los hermanos Pablo y Pedro Vicario decidieron ir a cobrar el honor de su hermana. Sin embargo, muchos en el pueblo cuando el narrador estaba haciendo el sumario de los hechos, opinaron que era muy poco probable que hubiese sido Santiago Nasar, puesto que nunca se les vio juntos, además él era rico y ella pobre; pensaban que en realidad ella había dicho su nombre para encubrir a alguien a quien realmente amaba, además de pensar que por su posición social, sus hermanos no se atreverían a dañarlo.
Bayardo San Román, el hombre que devolvió a la esposa, había llegado al puerto 6 meses atrás con el supuesto propósito de estar buscando una joven con la cual casarse, era muy rico y andaba alrededor de los 30 años. Vio por primera vez a Ángela Vicario caminando por la plaza con su madre y dijo que se casaría con ella. Tiempo después así lo hizo, pero antes de esto la madre de la novia quiso esclarecer su pasado pues se rumoraban muchas cosas sobre él. El calmó todas las habladurías trayendo a su familia. Su madre era Alberta Simonds, una mulata muy bella, tenía 2 hermanas acabadas de florecer, y su carta más grande era su padre: el general Petronio San Román, héroe de las guerras civiles del siglo anterior y una de las glorias mayores del régimen conservador por haber puesto en fuga al coronel Aureliano Buendía (personaje principal del libro “100 años de soledad” del mismo autor, en la que él es uno de los personajes principales, retraído en su juventud y después aguerrido y violento. Imposibilitado para el amor y expresar sus sentimientos. Este personaje buscaba la revolución a favor de los liberales y es así como pasa a ser el Coronel Aureliano Buendía) en el desastre de Tucurinca. El General San Román no caía en gracia ante la madre del narrador puesto que había ordenado dispararle por la espalda a Gerineldo Márquez (hombre de confianza del Cnel. Aureliano Buendía, proclamado por este jefe civil y militar de Macondo, después de que escaparan de ser fusilados y el Coronel lograra reunir su ejército).
La boda se efectuó y se fueron a su nueva casa (la casa del viejo Xius que le había comprado a la novia).
Así pasaron varios sucesos, en los que nadie le decía a Santiago nada por incertidumbre, o por que pensaban que era imposible que no se hubiese enterado de las intenciones de los Vicario. Fue por medio de su novia Flora Miguel y el padre de ésta como se enteró de su muerte anunciada. Salió de la casa de ellos dirigiéndose a la suya, mientras que su amigo Cristo Bedoya lo buscaba por todas partes para advertirle de los hermanos Vicario. Desorientado por todas las voces que le gritaban y le advertían, y los hermanos Vicario persiguiéndolo, corrió desesperado hacia la puerta principal de su casa que vio abierta (lo cual era muy raro pues siempre entraba por la trasera) pero unos segundos antes de que llegara, su madre cerró la puerta debido a que Divina Flor le había dicho que Santiago ya había entrado a la casa, lo cual había sido una especie de alucinación y fue así como los hermanos lo alcanzaron y lo acuchillaron frente a su casa; saliendo en la autopsia, realizada forzosamente por el padre de la iglesia Carmen Amador ante la ausencia del doctor del pueblo, que le fueron inflingidas muchas heridas, entre ellas 7 mortales.
Santiago atravesó la casa de sus vecinos sonriéndoles y dirigiéndose a la puerta de la cocina de su casa, llevando en las manos sus entrañas y en cuanto entró, falleció.


Comparando “Crónica de una muerte anunciada” de Gabriel García Márquez con “El niño con del pijama de rayas” de John Boyne, se puede decir que ambas tienen un buen tema, buena redacción y un final predecible.
La diferencia es que en la novela de García Márquez, el hecho de que el final sea predecible es a propósito, pues desde un principio te dice lo que sucedió y solo te va relatando cómo y porqué. En cambio en “El niño con el pijama de rayas” adivinas el final por simple deducción.



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